“Nos estuvieron preguntando acerca de las intenciones políticas de nuestra visita, acerca de si íbamos a atacar el G8 e incluso nos preguntaron directamente si éramos terroristas”
Dos compañeros escriben a La Haine relatando sus peripecias para entrar a Japón desde Rusia y moverse dentro de Japón cuando uno tiene aspecto de extranjero.
Lleguamos a Japón cruzando Rusia. Desde la ciudad de Korsakov, en la isla de Sakhalin llegamos al puerto de la localidad de Wakanai, en la isla de Hokkaido. Al llegar, mi compañera y yo estuvimos retenidos durante más de cinco horas junto al director de inmigración.
Nos estuvieron preguntando acerca de las intenciones políticas de nuestra visita, acerca de si íbamos a atacar el G8 e incluso nos preguntaron directamente si éramos terroristas. Teníamos un conocido en la isla de Hokkaido al que pensábamos visitar, les relatamos repetidas veces que estábamos de viaje y que no sabíamos nada del G8 (lo cuál era cierto en esos momentos). Al cabo de cinco horas de preguntas sin sentido, sin creerse nada de nuestra historia, comprobaron que efectivamente teníamos un conocido en Hokkaido y que íbamos a visitarle y finalmente accedieron a dejarnos marchar.
Al día siguiente en la ciudad de Kitami, en la estación de tren volvimos a ser retenidos e interrogados. Se hicieron con copias de nuestro pasaporte y nos volvieron a preguntar acerca de nuestras intenciones “criminales”.
Pasadas varias semanas, estando todavía en Japón, en la ciudad de Fukui, más de 500 km al sur de la isla de Hokkaido y a falta de un mes del encuentro de los gobernantes, dentro de la estación de tren volvieron a retenernos, registrando nuestras mochilas.
Las “precauciones” que están tomando en Japón son extremas y hasta cierto punto paranoides. Para ellos es bastante sencillo identificar a quien viene de fuera (por motivos de rasgos físicos obvios). En las estaciones de trenes, da igual si estás en una ciudad pequeña o grande, están reteniendo e interrogando a todo aquel que no tiene pinta de japonés y no parece un viajero millonario.
Es más que complicado en estos momentos entrar en Japón y conforme se acerque la fecha del G8 me imagino que será peor. Por eso os aconsejo que informéis a la gente de que se anden con mucha cautela si se plantean visitar tierras japonesas. Porque están que muerden por aquí. La presión policial hacia los extranjeros empieza a ser asfixiante.
Source: http://www.lahaine.org/index.php?p=31316