2007-05-22 

El monopolio de la violencia y los ataques policiales

esposas

La mayor parte de las informaciones que se van a dar a continuación son más fáciles de comprender si
se tiene una idea de la ideología policial que se esconde detrás de ellas. Uno de los principios básicos
de la actuación policial es el llamado „monopolio del estado sobre la violencia“. Según este principio, el
estado (en el ámbito nacional) es el único ente al que le está permitido intervenir de forma armada en
conflictos y hacer uso de la violencia contra quienes no se atengan a sus normas y leyes. Por este
motivo está prohibido – entre otras cosas – el llevar armas, ropas protectoras o el defenderse de la
violencia policial. Así que mientras la policía marcha en los conflictos sociales y políticos armada (con
armas de fuego y porras) y totalmente protegida (con protectores de plástico, casco, calzado especial y
escudos protectores) a quienes participan en una manifestación se les prohibe mediante leyes y
decretos la autodefensa, dejándoles de forma sistemática en una posición de debilidad.
Es importante tener siempre en consideración, que la forma de actúar de la policía depende en todo
momento de la relación de fuerzas que se dé en la situación concreta. A veces para disolver un corte de
calle o un bloqueo se limitan a llevarse a la gente sin hacer mayor uso de la violencia. Otras veces
utilizan las porras y el gas pimienta. A veces no se persigue a quienes van encapuchados. Otras veces
unas gafas de sol y una gorra con visera son motivo suficiente para una detención.
Las diferentes estrategias pueden depender de la iniciativa propia de la unidad policial, de las órdenes
que vienen de arriba, de que la comida haya sido mala, de la fustración del responsable de la operación
y de otros motivos que casi siempre son ajenos a los manifestantes. Por esta razón es importante
actúar de forma conjunta y solidaria contra la policía y no dejar que con sus amenazas represivas nos
dicten las formas de protesta y de resistencia.

Alguna reglas importantes

Obligación de llevar documentación

En la República Federal Alemana (RFA) existe la obligación de llevar siempre consigo un documento
acreditativo con foto (por ejemplo D.N.I. o pasaporte) que permita la identificación inmediata. La policía
puede realizar en cualquier momento controles, sin que exista un motivo concreto. Si no puedes
identificarte, el/la agente tiene derecho a llevarte a comisaría para comprobar tu identidad y retenerte
hasta 12 horas, derecho al que recurren con bastante frecuencia. Así que para no arriesgar una
retención de este tipo es conveniente llevar siempre un carnet encima.

Prohibición de encapucharse

Desde los años 80 en Alemania está en vigencia la llamada „prohibición de encapucharse“ en las
manifestaciones que prohíbe a quienes participan en ellas el usar cosas para ocultar su identidad. Sin
embargo el ocultar la identidad es a menudo importante para protegerse de las grabaciones policiales
y/o de grupos de extrema derecha (anti-antifas). La policía usa a menudo las „infracciones contra la
prohibición de encapucharse“ cómo excusa para atacar de forma violenta una manifestación o para que
grupos de asalto entren a la ella y efectúen detenciones aisladas.
El qué significa concretamente ir encapuchad@ depende cómo casi todo de la interpretación que haga
en la situación concreta la policía de la prohibición, interpretación que a su vez dependerá de la relación
de fuerzas que se dé en el momento.
Máscaras de gas y pasamontañas están estrictamente prohibidas y su uso no va a ser tolerado nunca.
La combinación de gafas de sol, pañuelo y gorro también conlleva bastantes riesgos. Pero también,
dependiendo de la situación, puede ser que la policía se acoja a la prohibición de encapucharse para
criminalizar a quienes lleven pelucas, barbas postizas, caretas de George W. Bush o de Frankestein,
máscaras blancas o simplemente la cara pintada. Quienes quieran emplear formas de protesta tal cómo
teatro callejero o „clownsarmy“ deberían de prepararse específicamente para reaccionar de forma
adecuada a problemas con la policía.
La ley también prohibe „el intento“ de encapucharse, así que podrían detenerte simplemente por llevar
encima cosas que sirvan para encapucharse. Quienes si tienen derecho a ir encapuchados son por
supuesto l@s policías, quienes además se acogen a él con mucha frecuencia.

Prohibición de llevar uniforme

En la RFA está prohibido usar uniformes en las manifestaciones. De nuevo es la policía la que decide
en cada momento lo que es un uniforme y lo que no. La prohibición no afecta sólo a los uniformes
clásicos (por ejemplo un uniforme militar) sinó a cualquier tipo de indumentaria „uniformada“ (por
ejemplo un grupo en el que tod@s vayan vestid@s con un mono blanco).

Prohibición de llevar armamento

Está prohibido llevar cualquier tipo de armas a una manifestación. El tipo de utensilios que pueden ser
considerados como un „arma“ por la policía es bastante amplio. Por supuesto incluye a cualquier tipo de
armas de fuego, cuchillos (incluídos navajas o cuchillos para cortar el pan), bates rompecabezas,
cócteles molotov y semejantes. Pero también están prohibidos los cohetes, el gas pimienta, el gas CS,
piedras, hondas, cadenas, guantes protectores (por ejemplo los guantes reforzados con arena de
cuarzo cómo los utilizados en determinados deportes y también por la policía), porras, cualquier tipo de
botellas de gas, latas de bebida, pistolas de fogueo, etc. A veces la policía también intenta hacer de
banderas y pancartas „armas“, apelando al diámetro o a la longitud de los palos. Las botas con punta
de acero también pueden ser consideradas como armamento y no sería la primera vez que alquien
acabara en un celda por usar este tipo de calzado..

Armamento pasivo

Tras el término „armamento pasivo“ se esconde una construcción jurídica que tiene como finalidad
impedir la autodefensa frente a ataques policiales. Mientras que l@s agentes de la policía van
complemente protegidos por una armadura de plásticos protectores y casco, a l@s manifestantes se les
niega cualquier posibilidad de defenderse de los ataques de la policía. Cascos (también los de
bicicleta), protectores de plástico (espinilleras, coderas, etc…), gafas protectoras o máscaras de gas
están considerados como armamento pasivo. Una manifestación a lo tute bianche en Génova en el
2001 – con manifestantes con cascos y protegidos con plásticos y flotadores – es impensable en la
Alemania actúal.

Medidas represivas habituales
Control de fronteras y prohibición de entrar en el país

Hay que dar por hecho que con el comienzo de las protestas contra la cumbre se van a efectuar de
forma más intensiva controles en fronteras y aeropuertos. Debido al intercambio de datos entre las
autoridades de los diferentes estados, es probable que ya de antemano se le prohíba la entrada en el
país a personas cuya militancia política sea conocida por la policía.
Por ello es recomendable viajar de la forma más „discreta“ posible, es decir en grupos pequeños y con
ropa que no llame la atención. Personas que no tengan la nacionalidad de un país de la Unión Europea
deberían de ser portadores de un visado de turista vigente. Quienes posean la nacionalidad de un país
de la Unión Europea pueden decir que vienen a Alemania a trabajar. La famosa apertura de fronteras
sólo es válida para trabajo y servicios y no se extiende a la entrada en el país para participar en actos
de protesta (más información en el apartado sobre expulsiones). En todo caso, las personas de la
Unión Europea pueden estar hasta tres meses en la RFA como turistas.
Habrá un número de teléfono del servicio de urgencias de abogad@s para atender a las personas que
se vean afectadas. Este número de teléfono se dará a conocer poco antes de la cumbre. En el
momento en que haya cooperaciones con grupos nacionales o regionales se les dará a conocer este
número, para que sea posible informarse antes de emprender el viaje.

Controles personales y registros domiciliarios

Uno de los métodos represivos que la policía suele emplear en el el día a día contra grupos de
izquierda son los controles personales, para los que no es necesario que haya presunción de delito. En
los controles se comprueba la identidad de la persona afectada por medio de un documento de
identidad y también se investiga si hay información sobre ella en las bases de datos de la policía.
Puede ser que controlen mochilas y bolsos o que lleven a cabo cacheos (éstos deberán de llevarse a
cabo por una persona del mismo sexo).

Expulsión

La policía alemana utiliza muy a menudo la medida de la expulsiones. Con una „expulsión“ se le puede
prohibir a alguien (por un periodo determinado de tiempo) el acceder a determinados lugares públicos
y/o privados. La „zona“ a la que afecta la expulsión puede ser decidida por la policía con bastante
flexibilidad y margen de libertad. Además, cómo estas expulsiones no se dan por escrito sinó que son
simplemente „órdenes“, la policía puede luego interpretarlas a su gusto. Aquellas personas que no
respeten la expulsión – es decir que se nieguen a abandonar el lugar o que vuelvan a entrar en él –
pueden ser puestas bajo custodia. Por eso es conveniente hacer (por lo menos al principio) caso de la
expulsión para evitar una detención.

Detención

La forma básica de privación de libertad es la detención (provisional), que sólo puede llevarse a cabo si
existe presunción de delito o de que se haya atentado contra algún tipo de ley. Por eso la mayoría de
las detenciones se producen durante o después de acciones políticas. La puesta en libertad se debe
producir a más tardar a las 24.00 horas del día siguiente a no ser que haya una orden de prisión
preventiva dictada por el/la juez, lo que sólo suele ocurrir en caso de delitos graves.
En el caso de extranjer@s no comunitari@s existe el peligro de quedar bajo custodia hasta que se
proceda a la expulsión del país. Uno de los delitos „típicos“ de los que se suele acusar a quienes
participan en protestas es la alteración del orden público. Este delito puede ser motivo de expulsión del
país, si tiene lugar en el marco de una acción prohibida o disuelta. Para ejecutar la expulsión no es
necesario que exista una condena. Las oficinas de extranjería tienen un margen de decisión bastante
grande. Bajo determinadas circunstancias una simple denuncia puede ser motivo suficiente para una
expulsión. Además nos tememos que durante las protestas se vayan a aplicar procesos rápidos (más
información sobre este tema a continuación) para obtener rapidamente una condena que justifique las
expulsiones y acelere los trámites. Por lo demás, es posible expulsar del país a personas extranjeras
que hayan cometido un delito (aunque sea el primero).
La Convención de Viena asegura el derecho de l@s ciudadan@s no comunitari@s a ponerse en
contacto con su embajada. La denegación de este derecho por parte de la policía, la fiscalía o el
juzgado es ilegal.

Arresto preventivo

A menudo la policía realiza arrestos llamados „preventivos“ antes de las manifestaciones o a sus
alrededores. Este tipo de arresto se justifica atribuyendo a las personas arrestadas la intención de
cometer un delito. Esta medida suele afectar a personas con antecedentes penales. Debido al nivel
cada vez mayor de cooperación entre los órganos de represión es posible que la policía alemana pueda
acceder a datos relativos a actividades en otros estados. La duración del arresto preventivo depende de
los estados federales. En Meclenburgo éste sólo puede durar como máximo tres días (aunque la policía
federal puede imponer hasta cuatro) y hasta diez días si hay indicios concretos de que se vaya a
cometer un delito. En teoría tanto el arresto como la expulsión de un lugar sólo es lícita mientra dure la
situación de „peligro“. Después la medida pierde inmediatamente su licitud.

Procesos rápidos

El derecho penal alemán permite los llamados „procesos rápidos“. Las personas acusadas pueden
pasar de esta forma después de la detención directamente a disposición judicial y ser condenadas
inmediatamente. Los únicos requisitos previos son el que las circunstancias y las pruebas sean claras e
inequívocas, lo que será decidido por el juzgado. La constitucionalidad de un proceso de este tipo es
prácticamente nula. En el proceso está permitido que se lean declaraciones de testigos, que pueden ser
base suficiente para una condena. Las personas afectadas deben rechazar siempre la lectura, pues
así pueden impedir que se utilicen estas declaraciones como „pruebas“. La presencia de un@
abogad@ sólo es posible si se espera que la pena supere los seis meses de cárcel. Según la
Convención Europea de Derechos Humanos las personas extranjeras tienen siempre derecho a un
juicio en su idioma materno.

Expulsiones del país

Las personas extranjeras no comunitarias que viajan a la RFA tienen que estar en posesión de un
pasaporte y un visado o permiso de residencia, así como de dinero suficiente para cubrir sus gastos. En
caso contrario se considera que han entrado ilegalmente en el país y deberán abandonarlo
inmediatamente. La entrada ilegal en el país es motivo de detención (si existe sospecha de que no se
vaya a acatar la orden de abandonar el país) y de expulsión del país. Normalmente las autoridades
tardan por lo menos una semana en efectúar la expulsión del país, pero debido a que las leyes no son
transparentes, hay que temer que durante la cumbre, las expulsiones se lleven a cabo de forma
inmediata (también en trenes y aeropuertos).
La situación es diferente para l@s extranjer@s comunitari@s, para quienes normalmente hay mayores
posibilidades de movimiento. Pero también aquí hay restricciones. La UE es principalmente una unidad
económica y financiera, así que las únicas personas que se pueden mover con total libertad son las que
lo hacen en su función de personas trabajadoras. El resto tiene que demostrar a la entrada del país que
está en posesión de dinero suficiente para cubrir los gastos de la estancia y que está en posesión de
un seguro médico (¡y durante la cumbre hay que contar con controles fronterizos!). Igualmente es
posible prohibir la entrada a personas comunitarias en el país aduciendo motivos de seguridad pública.
De nuevo las leyes no son claras e inequívocas lo que probablemente dé lugar a que se prohiba de
forma sistemática la entrada en el país, prohibiciones que sólo pueden ser anuladas con la ayuda de
un@ abogad@. Para ayudar a las personas afectadas se pondrá en funcionamiento un servicio legal de
urgencias.

Típicos cargos y acusaciones

Resistencia al poder estatal

Se trata de uno de los típicos párrafos del código legal en el que se apoyan l@s funcionari@s de la
policía cuando no sé les ocurre ningún cargo mejor. El término „resistencia“ puede abarcar muchas
cosas: el defenderse de una medida policial, el agarrarse a algo o alguien durante un intento de
detención, incluso el desplazar el peso en una sentada… Este cargo es utilizado a menudo como
„venganza“ contra personas que han presentado denuncia contra funcionari@s de la policía por su uso
indiscriminado de violencia.

Alteración del orden público

Uno de las acusaciones habituales durante manifestaciones es la de alteración del orden público.
Puede ser utilizada contra personas que se encuentren dentro de un grupo desde el que partan
acciones violentas (por ejemplo el defenderse contra ataques policiales). La participación en
manifestaciones no permitidas o el permanecer en una manifestación después de que ésta haya sido
disuelta pueden ser considerada también como un delito de este tipo. Los cargos de alteración del
orden público suelen ir combinados con acusaciones por delitos contra la integridad física o contra la
propiedad.

Coacción

Esta acusación se suele usar contra quienes participan en sentadas, bloqueos y cortes de calle, aunque
éstos sólo tengan carácter simbólico. Dependiendo de las circunstancias puede ir acompañada de la
acusación de perturbación (grave) del tráfico por carreteras o vías. Antes de despejar un bloqueo la
policía debe de conminar tres veces a l@s activistas a que cesen de forma voluntaria con el bloqueo,
pero no siempre cumplen con esta obligación. Lo mismo ocurre en el caso de desalojos de edificios o
terrenos ocupados. En este caso a los cargos de coacción se pueden sumar los de allanamiento de
morada.

Símbolos de izquierda prohibidos

En Alemania hay varios símbolos de izquierda que están prohibidos y cuyo uso puede dar lugar a un
ataque policial. Se trata del símbolo de la „Juventud Libre Alemana“ (Freien Deutschen Jugend, FDJ,
una asociación prohibida en Alemania Occidental desde 1952), el símbolo de la RAF (Fracción del
Ejército Rojo), los símbolos de los (antiguos) partidos kurdos PKK y ERNK así cómo fotografías de
Abdullah Öcalan y de los símbolos de los partidos de izquierda turcos DHKP-C y Dev-Sol. En algunas
regiones de Alemania se está intentando prohibir en los últimos tiempos el símbolo antifascista de la
esvástica rota o tachada por ser „apología del Nacionalsocialismo“.
Hay eslóganes y símbolos, que sin estar prohibidos pueden dar también lugar a ataques de la policía
como por ejemplo la abreviación ACAB (All cops are bastards), publicaciones en las que se llame al
presidente de los EEUU o a su ministro de guerra terrorista o acciones en las que se „falte al respeto“ a
símbolos cristianos. Durante la última visita del papa, por ejemplo, la policía utilizó los cárteles que
criticaban al papa como excusa para reprimir con ataques „de baja intensidad“ las protestas.
El ridiculizar los símbolos estatales de la RFA (por ejemplo apelando a la continuidad con el
nacionalsocialismo) y el quemar la bandera nacional también constituyen un delito y pueden ser motivo
de represión.
Como en todos los casos anteriores, la forma de reaccionar de la policía ante estos símbolos
dependerá de las circunstancias y sobre todo de ella misma.

Equipamiento y actuaciones policiales en las manifestaciones

Uniformes de la policía

En la RFA la policía depende del respectivo Gobierno Federal, así que cada uno de los 16 Estados
Federales tiene una policía propia con sus leyes particulares. Pero existe una tendencia a unificar las
Leyes Policiales mediante decretos conjuntos de la Conferencia de Ministros de Interior. Además de
estas policías regionales existe una Policía Federal (que hasta hace poco se llamaba Cuerpo de
Protección de Fronteras) regulada por una ley federal. Ante manifestaciones u otros grandes eventos
los diferente estados federales alemanes pueden pedir refuerzos a la Federación o a otros estados
federales. Estas unidades de refuerzo se deberán atener a las leyes particulares del Estado en el que
vayan a operar. Tanto los estados federales como la Policía Federal dispones de unidades
antidisturbios, que están especialmente entrenadas para la actuación en manifestaciones.
Antes todas las unidades policiales iban vestidas de verde, pero algunos estados federales han
cambiado (o están cambiando poco a poco) el uniforme por uno azul para ajustarse a las tendencias de
unificación dentro de la UE. Además hay determinados cuerpos de la policía que llevan uniformes
negros o grises, lo que puede ser motivo de confusión. Se trata de cuerpos especiales de algunos de
los estados federales, pero a parte del color del uniforme, no existen grandes diferencias con el el resto
de las unidades policiales.
Hay un caso especial, el llamdo GSG 9 (Grupo de Seguridad de Fronteras 9). Se trata de una unidad
especial antiterrorista de la Policía Federal, pero raramente participa directamente en la represión de
manifestaciones y protestas. La única forma de diferenciar a las unidades de la policía son los escudos
del Estado al que pertenecen y las matrículas de los vehículos (pero hace falta un poco de práctica).
Aún así en caso de ser víctima o testigo de una agresión policial es conveniente intentar recordar todas
las particularidades (color del casco, pegatinas en el casco o en la espalda, equipamiento, color del
uniforme) ya que la policía no lleva números de servicio.

Armamento y material de acción de la policía

La policía hace una distinción en su equipamiento entre armas y material de acción. Esta distinción es
bastante arbitraria y para nosotr@s de poca relevancia. En Meclenburgo las policía disponde de las
siguientes armas: Pistola o revólver de servicio, ametralladora, granadas de gas, porras y tonfas. El uso
de armas de fuego está restringido a situaciones de excepción y no debería de darse durante
manifestaciones, pero no puede ser descartado por completo. Está prohibido el uso de teaser, aparatos
de electroschock y porras telescópicas está prohibido.
El material de acción a disposición de la policía comprende perros, cañones de agua, tanquetas,
esposas, vallas, verjas, gas pimienta, gas lacrimógeno, escudo protector, protectores de plástico, casco
y diferentes recursos técnicos así como explosivos (que no podrán ser usados contra personas).

Identificación

L@s agentes de policía alemanes no están obligados a llevar a la vista algo que permita su
identificación, como el número de servicio. Con ello se trata de evitar que se presenten denuncias por
faltas disciplanarias, como el abuso de la violencia, contra agentes concretos. Dado que l@s agentes
de policía van uniformad@s y durante las manifestaciones normalmente llevan casco, protector de
barbilla y a veces pasamontañas, la identificación de l@s agresor@s es prácticamente imposible, lo que
hace que no tengan muchos reparos a la hora de hacer uso de la violencia.

Información general sobre la actuación de la policía durante manifestaciones

La teoría dice que en Alemania existe el derecho de reunión y que la policía está obligada a respetar
este derecho y a buscar la deescalación. En la práctica lo normal son los intentos de intimidación (por
ejemplo durante controles previos), la obstaculización de la manifestación (por ejemplo formando calles
de escolta) y los ataques a l@s participantes. Estos últimos están normalmente dirigidos a personas
aisladas que supuestamente han cometido algún tipo de delito o han atentado contra la prohibición de
encapucharse u otras requisitos que se deben de cumplir durante la manifestación. Lo habitúal en estos
casos es que entre en acción un comando que atacará a la manifestación para intentar sacar a la
persona bajo sospecha.
En el caso de que sean toda la manifestación o un grupo grande de personas dentro de ella, los que no
se atengan a las indicaciones policiales o a las reglas del derecho de reunión, unidades de la policía
convenientemente „acorazadas“ y a veces apoyadas por otras unidades con perros o caballos
intentarán echar atrás a la gente haciendo uso de porras o gas lacrimógeno. Cañones de agua y
tanquetas sólo son empleados en manifestaciones grandes.

Antidisturbios

Desde hace algunos años la mayoría de los estados federales han conseguido imponer la creación de
las llamadas „unidades de detención y recogida de pruebas“ (en alemán BFE). Se trata de unidades
especiales, que actúan en pequeños grupos y cuyos miembros reciben una formación específica para
actuar durante manifestaciones y actos semejantes. Cada una de estas unidades dispone de un
comando de grabación de material (fotos y videos). En el „caso ideal“ las unidades BFE graban los
delitos para recabar pruebas y poder detener de forma rápida y eficaz a las personas sospechosas. En
la práctica estas unidades actúan de forma muy autónoma y son famosas por hacer sistemáticamente
uso de la violencia física. Sus miembros suelen ir armados con la tonfa y con guantes reforzados
especiales que pueden ser usados como arma de manera muy efectiva.

Uso de helicópteros

El uso de helicópteros en manifestaciones de gran envergadura suele perseguir tres objetivos:
1. Grabación de material de video para la documentación y el esclarecimiento.
2. Transporte rápido de efectivos.
3. Hacer ruido y distraer.
Este tercer motivo es más importante de lo que puede parecer a primera vista. En determinadas
situaciones (por ejemplo cuando se producen ataques a la manifestación o cuando se va a proceder a
desalojar un cerco policial) la policía hace uso de los helicópteros para que el ruido de las hélices
dificulte la comunciación entre l@s manifestantes. Además la experiencia muestra, que los helicópteros
también se usan a veces como forma de violencia síquica. Un caso típico son los vuelos nocturnos
indiscriminados sobre campamentos de activistas.

Uso de cañones de agua

Los cañones de agua se utilizan para dispersar a la multitud. A veces el agua va mezclada con gas
lacrimógeno.

Uso de productos químicos

En lo que respecta al uso de productos químicos el estado alemán parece seguir la consigna de permitir
a nivel nacional lo que le está prohibido en la guerra. El uso de estos productos en conflictos armados
está prohibido por tratados internacionales que también han sido ratificados por Alemania. Pero a nivel
nacional a la policía se le permite hacer uso de varios productos químicos. Los más habituales son el
gas lacrimógeno (gas CN y gas CS) y el gas pimienta. El gas lacrimógeno se utiliza de varias maneras,
en cartuchos que son lanzados a mano o con armas especiales, mezclado con el agua de los cañones
de agua o en sprays de mano que lanzan un chorro en una dirección concreta. Los pulverizadores de
gas pimienta están actualmente bastante de moda y forma parte del equipamiento de muchas unidades
de policía, cuyos miembros no dudan en hacer rápidamente uso de él. Además (igual que con los
sprays de lacrimógenos) no tienen nigún tipo de reparos en apuntar con él directamente a la boca, la
nariz o los ojos.

Cámaras de la policía y grabaciones particulares

En Alemania la policía hace grabaciones de video de las manifestaciones de forma sistemática. Para
ello hace uso tanto de vehículos especiales con cámaras fijas como de cámaras de mano. Pero
también son usuales las grabaciones por parte de policías de civil con cámaras ocultas y la toma de
imágenes desde los helicópteros. Hay que dar por hecho que en el caso especial de manifestaciones
de grandes dimensiones o de ámbito internacional se haga uso de esta medida de forma aún más
generalizada con el fin de criminalizar a l@s manifestantes a posteriori.
Las personas que fotografíen a graben a la policía tienen que ser conscientes de que esto conlleva un
riesgo bastante grande de conflictos con ella. A pesar de que es legal documentar la actuación de la
policía, no les suele gustar que les graben mientras pegan palizas y con la excusa del derecho „a la
defensa de la imagen propia“ se suelen tomar la justicia por la mano (requisando el rollo o destruyendo
las cámaras). Esto les puede ocurrir tanto a particulares como a periodistas profesionales, aunque con
estos últimos suelen tener más reparos, por lo que es conveniente tener una acreditación a mano.
También es habitual que requisen cámaras y material en el entorno de la manifestación o una vez que
esta haya concluído, material que a menudo se usa para criminalizar a personas que han participado en
la manifestación.

Cercos policiales

La policía alemana hace muy a menudo uso de cercos policiales. Infracciones leves contra la ley de
reunión o la existencia hipótetica de peligro de alteración del orden público son motivo suficiente para
que los responsables de la actuación policial ordenen un cerco sobre un grupo de activistas o sobre la
manifestación entera.
Existen dos formas distintas de cercos. La primera consiste en que la policía forme una especie de
escolta a lo largo de la manifestación dificultando extremamente el que las personas puedan entrar o
salir de ella. Esta medida no sólo impide el libre movimiento sinó que también influye sobre el efecto de
la manifestación, impidiendo por ejemplo que se repartan panfletos o que se puedan ver desde fuera
las consignas de las pancartas, por lo que es legalmente improcedente, lo que a la policía no le estorba
en absoluto a la hora de hacer uso de ella. También se da a menudo el caso de que la manifestación
sea obligada a cambiar su ruta y a seguir una nueva escoltada en todo momento por la policía.
La otra forma es una medida de detención masiva que usa la policía contra un grupo de personas
reteniéndolas en un cerco alegando que o bien el grupo entero o bien parte de él tenía previsto cometer
algún tipo de delito o que suponen una fuente de peligro. L@s activistas que se encuentran dentro del
cerco quedan detenid@s de forma provisional y durante un periodo de tiempo que se suele alargar
varias horas no pueden abandonar el cerco. A menudo la policía aprovecha para grabar a todas las
personas que están dentro del cerco y poder comparar después las imágenes con el resto de material
grabado y eventualmente usarlas para practicar detenciones. A veces el cerco es disuelto sin que se
produzcan más medidas represivas pero en muchas ocasiones se toman los datos personales de
tod@s l@s afectad@s, lo que puede ir seguido de denuncias.

Algunas informaciones sobre el derecho de reunión

Comunicación previa a la autoridad

En la RFA existe la obligación de registrar las manifestaciones al menos 48 horas antes de que se
comience a movilizar para ellas en las Oficinas de Orden Público. En el formulario de registro deben de
darse a conocer el motivo o tema de la manifestación, la fecha, el horario, el lugar, la ruta así como el
nombre completo de la persona responsable, que en la regla suele ser la misma que está encargada de
registrar la manifestación. El uso al derecho de reunión con fines políticos está recogido en la ley y no
necesita por ello de autorización previa (una prohibición sólo es posible cuando existen razones
fundadas) pero las autoridades se entrometen con frecuencia, obligando a cambiar cosas (como por
ejemplo la ruta) o imponiendo condiciones que a veces rozan lo ridículo.
Las manifestaciones de carácter espontáneo que responden de forma rápida a circunstancias actuales
no tienen que ser registradas. Pero la policía suele exigir que se nombre a una persona como
responsable del desarrollo de la manifestación, aunque la base legal de esta práctica es cuando menos
dudosa.
El ser responsable de la manifestación supone ser responsable del desarrollo de ésta y la persona
encargada de ello está obligada a leer por megafonía las eventuales condiciones que haya impuesto la
policía y a hacer que se respeten, para lo que cuenta con la ayuda de otras personas (pertenecientes a
la manifestación) encargadas de mantener el orden. En el caso de que la situación amenace con
desbocarse por completo la persona responsable debe disolver sin falta la reunión por megafonía y
alejarse del lugar. Ésta es la única manera de evitar ser responsable legal de lo que ocurra luego. Pero
no hay que olvidar que la presunta tolerancia policial con las reuniones se termina en el momento en
que estan son disueltas. El participar en una manifestación que ha sido oficialmente disuelta (igual que
el participar en una manifestación prohibida) constituye una infracción contra la ley. Por eso es
importante el que las manifestaciones sólo se disuelvan en situaciones excepcionales en las que no
quede otra salida.

Imposiciones legales en manifestaciones

Tanto la policía como otros órganos estatales se han vuelto en los últimos años especialmente
creativos a la hora de de decretar condiciones restrictivas para las manifestaciones que a veces rayan
en el absurdo. El faltar contra estas imposiciones o condiciones puede dar lugar a ataques policiales e
incluso a una interrupción de la manifestación.
A continuación citamos algunas de las imposiciones más frecuentes en los últimos tiempos: Prohibición
de pancartas laterales, prohibición de equipos acústicos o limitación de decibelios, distancias mínimas
entre los diferentes bloques de una manifestación (para que la policía pueda romperla con más
facilidad), prohibición de pancartas si sobrepasan unas medidas determinadas, prohibición de asegurar
los flancos de la manifestación con cuerdas, etcétera.
El problema de estas imposiciones es que se dan a conocer 48 horas antes del comienzo de la
manifestación impidiendo en la práctica el que los responsables de la manifestación puedan presentar
recurso legal contra ellas.

Prohibición de reunión

Además de las zonas de seguridad alrededor de determinados edificios gubernamentales como los
parlamentos en las que están siempre prohibidas las manifestaciones, la ley alemana permite prohibir el
derecho de reunión durante días o semanas en una determinada zona en el caso de que las
autoridades crean que existe riesgo de que se atente contra „el orden y la seguridad públicos“.
Cualquier grupo de personas que se encuentre en la zona durante este periodo de tiempo, puede ser
considerada por la policía como „manifestación“ en potencia y sus componentes pueden ser detenidos
o castigados con multas por participar en una reunión prohibida


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